jueves, noviembre 06, 2008

Perdonar

De una u otra forma perdonar y ser perdonado forma parte de nuestras vidas.

Perdonamos a quien nos ha hecho algún daño y nos produjo sufrimiento, y nos sentimos aliviados, cuando nos perdona alguien por haberle infligido algún daño.

La ira, el resentimiento, la aflicción, la amargura, el rencor y el desengaño provocan estrés e impactan la salud del ser humano. El sentimiento de culpa también.

Cuando las personas recuerdan un episodio de desdicha o agravio aumenta la presión arterial, el pulso y el tono muscular. Mientras que al perdonar o sentirse perdonado, además de recuperarse los estándares normales de salud, las personas se sienten calmadas y tranquilas.

Perdonar es sanarse, una cura tanto psicológica como físicamente, es hacer las paces con uno mismo.

Los seres humanos no somos perfectos y tenemos dos opciones: O vivimos asentados en los defectos, el rencor y los errores, o crecemos fundamentados en los aciertos, el amor y el perdón. Si no perdonamos errores, no veremos bondades y estaremos frustrados.

De igual manera, debemos perdonarnos a nosotros mismos. Muchas veces no reconocemos nuestras propias faltas porque no sabemos perdonarnos. Pero en el fondo, la culpa pasa a formar parte de nuestras vidas, afectando nuestro comportamiento. Nos endurece y podemos lastimar a los demás. En ocasiones, puede sumirnos en tristeza y depresión. Perdonarnos a nosotros mismos es aceptarnos como somos. Con los bueno y lo no tan bueno.

Para perdonar y perdonarnos debemos hacer un inventario del daño que nos produjeron. Asimismo, revisar lo que hicimos que haya perjudicado a otros.

Acéptese y perdónese, y luego perdone a quien le causó dolor. Piense que al igual que tu, también merece una oportunidad.

No hay comentarios.: