
Al fin dejé todo atrás, luego que el velo que me cubría la cara cayó, pude ver con claridad el engaño. Fue y es difícil preguntarse la razón o razones que puede tener alguien para jugar con los sentimientos de la manera más baja. Lo importante es que al final de todo salí y me despegué de todo lo que me hace recordar. Sé que hoy me siento un poco mejor que ayer y que mañana me sentiré mejor que hoy.
Jamás quiero volver a saber de nada ni de nadie, muchos han muerto para mí. Unos por ser culpables y otros porque ahora es el momento de ser egoísta y luchar por estar bien sin importarme a quien dejo atrás.
Me espera una vida real y verdadera. Este triste capítulo ha sido cerrado.
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